lunes, 8 de diciembre de 2014

Un Buen Café

Por muchos años miles de personas han buscado la mejor manera de extraer de los granos de café aquellos increíbles compuestos aromáticos y gustosos que lo hacen tan apetecible, y, al mismo tiempo, desechar aquellos elementos que no lo son tanto. Compuestos encontrados en el café como los ácidos clorogenicos, trigonelina, el alcohol furfurilico y hasta la cafeína, le otorgan al café sabores dulce, cítricos, frutales y amargos, que deben ser extraídos balanceadamente.


Cada método y maquina que se ha inventado hasta hoy ha lidiado con este problema de una manera diferente, obteniendo distintos resultados con distintas cualidades. Existen muchos tipos de maquinas de café, siendo las más populares: las maquinas de espresso, las de goteo, la prensa francesa (maquina de embolo), los percoladores, la muy colombiana greca y hasta los “coffee pods”. También hay métodos que no necesitan de artefacto alguno como el café hecho en olla, con filtro de tela o el instantáneo.

Para preparar un buen café no se necesita más que café fresco, agua caliente, algún artefacto para moler y filtrar, y un poco de habilidad. Un molino manual, de los que usaban las abuelitas, puede cumplir muy bien con el papel, y cuesta solo una fracción de lo que cuesta un molino automático. Una prensa francesa, una cafetera de gota y hasta una olleta y un filtro de tela, son tan buenos instrumentos para hacer café, siempre y cuando se sepa cómo utilizarlos bien.
No es que sea necesario hacer un curso de barista, basta con seguir pequeñas recomendaciones, como el que para utilizar una prensa francesa es mejor una molienda gruesa, que no es buena idea dejar reposando por mucho tiempo el café en un cafetera de gota, o cual es la temperatura de agua más adecuada para utilizar con un filtro de tela. Lo más importante es que disfrutes de un Buen café

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